«¿Por qué quieres estudiar periodismo?» Eso me preguntaron un 12 de septiembre de 2016, mi primer día de la carrera. A saber que respondí en su momento. Lo que tengo claro es que durante estos cuatro años las cosas sí que han cambiado. A unos meses de graduarme y conseguir el tan ansiado título de Periodismo, sé con total seguridad que no respondería lo mismo.
Durante estos años de carrera he conocido a compañeros que aman y viven por y para el Periodismo. Compañeros que cuando se ponen delante de una cámara se transforman, compañeros que en un estudio de radio se convierten, compañeros que cuando escriben te transportan. También he conocido a compañeros que estudian Periodismo por estudiar algo. Otros se enamoraron poco a poco; otros se desenamoraron pero la carrera les ayudó a saber qué querían. Y esta es una de las mejores experiencias de pasar por la universidad: la gente.
La experiencia con los profesores es similar, en casi cinco años de carrera he tenido la oportunidad de conocer a muchos: profesores que llegaban, leían un powerpoint y se iban; profesores descontentos con nosotros y con su trabajo; profesores que no quieren enseñar; pero también profesores que rezuman pasión por el periodismo; profesores que se preocupan; profesores que lo hacen jodidamente bien; profesores que marcan…
Durante mi paso por la universidad he tenido la oportunidad de conocer y contar historias muy diferentes. De aprender a escuchar. De mirar donde nadie mira. He aprendido a ver los informativos y a escuchar la radio. Y a valorar el trabajo de los profesionales de la comunicación -no solo el de los periodistas-. Y aunque mi paso por la universidad esté llegando a su fin, sé con total seguridad que un periodista nunca deja de aprender.
Somos nosotros los que debemos luchar contra la desinformación y las fake news. No permitamos que los bulos ganen terreno.
Es nuestro deber hacer periodismo sin caer en estereotipos ni prejuicios. Un periodismo por y para todos independientemente de su color de piel, su sexo, su identidad de género, orientación sexual, religión o ideología política.
Es nuestro deber hacer un periodismo con perspectiva de género. Es necesario y urgente.
Nuestro compromiso como periodistas está y estará siempre con la verdad, el rigor y con los ciudadanos.
Somos altavoz, contemos lo que pasa a nuestro alrededor. Contemos las historias de aquellos que no pueden. Y hagámoslo bien.
Aprendamos siempre de otros compañeros, no dejemos de escuchar nunca, manchémonos las manos de tinta y que nunca dejemos de patear las calles.
A saber que respondí ese 12 de septiembre de 2016 cuando me preguntaron por qué quería ser periodista, pero durante estos años he encontrado todas estas razones para no dejar de serlo nunca.
¡Feliz día del periodista!
Nadia Ziani, estudiante de último curso de Periodismo.